Anales de la RANM

126 A N A L E S R A N M R E V I S T A F U N D A D A E N 1 8 7 9 INGENIERÍA TISULAR, UNIVERSIDAD Y SISTEMA DE SALUD Antonio Campos An RANM · Año 2019 · número 136 (02) · páginas 124 a 130 cia en este ámbito se está dando cuenta, conformó un grupo de investigación en ingeniería tisular (GIT) que inició, a finales de los años noventa del pasado siglo, una línea de investigación con dos grandes ob- jetivos: la generación, por un lado, de tejidos artifi- ciales biomiméticos con los tejidos nativos y el esta- blecimiento, por otro, de los controles de calidad ne- cesarios para su traslación a la clínica. En el primer caso y según el tejido artificial a construir se selec- cionaron distintos tipos de células, diseñaron nue- vos biomateriales y desarrollaron procesos de biofa- bricación innovadores con el fin de lograr los modelos de tejidos artificiales que tuvieran un mayor potencial terapéutico. En el segundo caso se investigaron nue- vos protocolos de control calidad a nivel histológico, histoquímico, inmunohistoquímico, reológico, óptico y genético con el fin de garantizar la necesaria apro- bación sanitaria para su uso clínico. En la actividad investigadora sobre algunos protocolos de calidad se ha requerido la colaboración de otros departamentos universitarios. Fruto de esta actividad investigadora ha sido la ge- neración de distintos tejidos artificiales como córnea (14) , piel (15, 16), mucosa oral (17), nervio perifé- rico (18), paladar (19), cartílago (20), etc. utilizando distintos tipos celulares, biomateriales , procesos de biofabricación (21, 22, 23) y protocolos de control de calidad de los que se ha dado cuenta en publicaciones científicas (24, 25, 26, 27, 28, 29, 30). Reto Docente El reto docente para la universidad es transferir al alumnado del grado de medicina y del postgrado en ciencias de la salud y ciencias afines, formación en el ámbito de la ingeniería tisular y, por tanto, hacer posi- ble el logro de competencias académicas básicas y pro- fesionales, en su caso, para la utilización y aplicación de los contenidos vinculados a dicha materia. En el contexto de la reformas de planes de estudio que tuvo lugar en el tránsito del siglo XX al XXI, la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada incorporó la formación en Ingeniería tisular como materia optativa asignando su enseñanza al Departamento de Histolo- gía, que desde entonces viene impartiendo dicha ma- teria . En relación con el postgrado se aprobó asimis- mo un master oficial en Ingeniería tisular desde 1999 que igualmente viene impartiendo con regularidad di- cha materia y en el que han participado como alum- nos un elevado número de médicos residentes de es- pecialidades, fundamentalmente médico-quirúrgicas, en cuyo horizonte terapéutico la ingeniería tisular esta cada vez más implicada. Más recientemente la materia ingeniería tisular se ha implantado en el grado de bio- tecnología aunque no en el de farmacia, grados ambos muy relacionados con la elaboración de los productos tisulares, especialmente en lo que se refiere a su elabo- ración con grado de calidad farmacéutica. Los tejidos artificiales generados por ingeniería tisu- lar han constituido desde su aparición, y su posterior eclosión mediática, un problema de salud de primer orden. Tres son, en este sentido, los retos que debe abordar un sistema de salud que pretenda afrontar con rigor la posible actividad terapéutica de dichos pro- ductos: identificar pertinentemente que tejidos arti- ficiales pueden alcanzar la condición de medicamen- to, implementar su posible prestación asistencial en el contexto de las denominadas terapias avanzadas y, fi- nalmente, garantizar la formación de profesionales es- pecializados en dicha materia que puedan participar en su elaboración con grado de calidad farmacéutica y en su aplicación clínica y seguimiento. Identificación de tejidos artificiales como medica- mentos El posible uso terapéutico de los tejidos artificiales elaborados por Ingeniería tisular fue objeto de ex- traordinario interés a partir de los años noventa del pasado siglo al generar grandes expectativas con las que abordar terapéuticamente problemas médicos ca- rentes de solución o con muy limitada respuesta te- rapéutica (13, 31, 32). En relación con este tipo de terapia, junto a la aplicación de productos tisulares y celulares con eficacia clínicamente probada, se han aplicado también células madre y tejidos artificiales no probados ni aprobados, sin ninguna evidencia de seguridad o eficacia, en distintos países del mundo (33, 34). Este fenómeno que ha fomentado el cono- cido como turismo médico de terapias avanzadas o células madre ha sido y es todavía objeto de un gran debate y preocupación por parte de las autoridades sa- nitarias (35, 36). En Europa hasta el año 2003 la utilización de células vivas para cualquier tipo de tratamiento se regulaba por la normativa utilizada para el trasplante sin que las células ni los tejidos tuviesen la consideración de Figura 2. Evolución conceptual en los tres componentes básicos de la ingeniería tisular entre 1991 y 2016. En el componente celular evoluciona desde la utilización de células diferenciadas hasta células madre. En el de los biomateriales del concepto genérico de biodegradación hasta el uso de hidrogeles y en el de los factores de crecimiento desde el uso genérico de los mismos hasta factores específicos según los tejidos a desarrollar (Santisteban, 2019) INGENIERÍA TISULAR Y SISTEMA DE SALUD

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