Año 2025 · Número 142 (02)

Enviado: 17.12.24
Revisado: 09.01.25
Aceptado: 21.01.25

El uso de acrónimos en la detección de pacientes con alto riesgo de litigación en Cirugía Plástica: de SIMON a FÁTIMA

The use of acronyms in the detection of patients with high risk of litigation in Plastic Surgery: from SIMON to FATIMA

DOI: 10.32440/ar.2025.142.02.rev03

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Resumen

Este artículo analiza el uso de acrónimos como herramientas para identificar pacientes con alto riesgo de litigación en cirugía plástica, revisando las limitaciones del modelo clásico SIMON y proponiendo el acrónimo FÁTIMA como una alternativa más aplicable en la práctica clínica y representativa de la realidad actual de la especialidad. Se destaca que estos acrónimos no deben emplearse como criterios de exclusión sino más bien como herramientas para identificar posibles situaciones de riesgo y prevenir problemas legales, poniendo el énfasis en la comunicación médico-paciente y en un adecuado consentimiento informado.

Abstract

This article analyzes the use of acronyms as tools to identify patients at high risk of litigation in Plastic Surgery, reviewing the limitations of the classic SIMON model and proposing the FATIMA acronym as a more practical and representative alternative, better suited to the current reality of the specialty. It is emphasized that these acronyms should not be used as exclusion criteria, but rather as tools to identify potential risk situations and prevent legal issues, with a focus on doctor–patient communication and adequate informed consent.

Palabras clave: Litigación; Cirugía Plástica;Acrónimos; Responsabilidad Legal.

Keywords: Litigation; Plastic Surgery; Acronyms; Legal Liability.


INTRODUCCIÓN

La Cirugía Plástica es un campo de la medicina en el que la subjetividad del paciente desempeña un papel crucial. Las expectativas y la percepción del resultado por parte del paciente son factores determinantes en la relación médico-paciente, así como en la satisfacción postoperatoria. En consecuencia, el médico debe saber gestionar no solo los aspectos científicos y técnicos, sino también prever posibles conflictos derivados de una comunicación inadecuada o de expectativas irreales. En este contexto, los acrónimos han emergido como herramientas útiles para la identificación de pacientes con mayor propensión a la insatisfacción o a la litigación. Estas herramientas ayudan a los profesionales a anticipar problemas y, en lo posible, evitarlos.

El acrónimo SIMON (Tabla 1), introducido por Gorney y Martello en 1999 (1), es el más conocido y utilizado en nuestra especialidad. Este describe a pacientes solteros, inmaduros o jóvenes, masculinos, con expectativas excesivas y rasgos narcisistas. En la práctica, estos pacientes suelen tener una percepción distorsionada de los posibles resultados quirúrgicos, lo que incrementa el riesgo de insatisfacción incluso con resultados técnicamente favorables. Sin embargo, aunque SIMON ha demostrado ser útil en la identificación de pacientes potencialmente problemáticos, no se ha logrado establecer una relación directa entre las características descritas y una mayor incidencia de litigios. Además, su enfoque masculino resulta poco representativo en el contexto actual, donde las mujeres constituyen más del 85 % de los pacientes de cirugía plástica a nivel mundial (2). Esto pone de manifiesto la necesidad de desarrollar un sistema de identificación más inclusivo y representativo de la realidad actual de la especialidad.

Tabla 1. Los acrónimos SIMON y FATIMA.

FÁTIMA: un modelo adaptado a la realidad actual

Para abordar esta brecha, nuestro grupo ha propuesto el acrónimo FÁTIMA (Tabla 1) (3). Este modelo incorpora factores específicos identificados en sentencias judiciales en España entre 2018 y 2022, proporcionando un enfoque más adaptado a la realidad actual de nuestra especialidad. En primer lugar señala que las mujeres son las principales litigantes, en una proporción significativamente mayor a la esperable. Mientras que el 85 porciento de las cirugías estéticas en nuestro país son realizadas en mujeres, ellas suponen el 95 porciento de los demandantes. El consumo de antidepresivos y ansiolíticos, tan extendido en nuestro país, también se ha visto presente en una alto porcentaje de los casos que culminan en una demanda legal. Este dato, extraído de las declaraciones de los peritos, concuerda con los informes de la asociación “El Defensor del Paciente” en los que se alerta de la alta prevalencia de patología mental entre las personas que recurren al litigio. En efecto, el uso de psicotrópicos puede ser un indicador de una inestabilidad emocional que puede influir en la percepción del resultado quirúrgico y en la satisfacción global. Respecto a los tatuajes, aunque en sí no representan un problema, algunos estudios demuestran mayores tasas de agresividad e impulsividad, así como menor nivel educativo y socioeconómico en personas con tatuajes. Las cirugías estéticas con implantes mamarios, siendo de las más populares en la especialidad, son la principal causa de conflictos legales en nuestro país. En cuanto a la edad de las demandantes, la media se sitúa entre los 30 y los 40 años, lo cual corresponde al grupo de mediana edad que es el mayor consumidor de cirugía estética. Por último, la posibilidad de acceder fácilmente a recursos legales de manera gratuita puede influir en la decisión de emprender acciones legales en caso de insatisfacción con el resultado o desacuerdos entre el paciente y el médico.

El acrónimo FATIMA no solo responde a la realidad actual de la cirugía plástica, sino que también presenta ventajas frente a SIMON. Los elementos incluidos en este modelo pueden ser evaluados fácilmente durante la primera consulta preoperatoria, mientras que factores como el narcisismo o la inmadurez presentes en SIMON resultan más difíciles de identificar en una única consulta. A modo de ejemplo, la recopilación de información sobre el uso de medicación habitual y antecedentes personales son una práctica rutinaria en cualquier consulta preoperatoria. De igual forma, los cirujanos pueden detectar tatuajes durante la exploración física y proponer procedimientos con o sin implantes mamarios en función de las preferencias de la paciente. La identificación de pacientes con acceso a justicia gratuita también puede ser más evidente en consultas de bajo coste o en casos donde los pacientes recurren a financiamiento para cubrir los costos del procedimiento.

Gestión de riesgos y prevención del litigio

Aunque herramientas como FÁTIMA son valiosas para identificar factores de riesgo, es fundamental destacar que no deben emplearse como criterios de exclusión para descartar pacientes candidatos a cirugía. El objetivo principal de estos acrónimos es detectar situaciones de riesgo y evitar posibles conflictos. Para ello resulta clave establecer una comunicación clara y abierta con los pacientes, ajustando las expectativas y explicando de manera detallada las posibles complicaciones. En este sentido, la formación del médico en habilidades de comunicación y la implementación de protocolos que favorezcan un consentimiento informado detallado supondrían medidas de gran utilidad para minimizar el riesgo de insatisfacción y litigios. Además, la derivación a especialistas en salud mental, cuando sea necesario, puede ser una herramienta complementaria para garantizar un abordaje integral de las necesidades del paciente.

En una especialidad como Cirugía Plástica en la que la subjetividad del paciente juega un papel esencial, el uso de modelos de identificación de riesgo puede ayudar a detectar pacientes con alto riesgo de litigación. Estos acrónimos deben adaptarse a los cambios demográficos de la especialidad en cada momento, así como ser herramientas fácilmente aplicables a la práctica clínica habitual. Si bien SIMON marcó un punto de partida valioso, FÁTIMA se presenta como una herramienta más inclusiva y relevante en el contexto actual de la especialidad.

DECLARACIÓN DE TRANSPARENCIA

Los autores/as de este artículo declaran no tener ningún tipo de conflicto de intereses respecto a lo expuesto en el presente trabajo.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Gorney M, Martello J. Patient selection criteria. Clinics in plastic surgery. 1999 Jan;26(1):37–40, vi.
  2. International Society of Aesthetic Plastic Surgery (ISAPS) [Internet]. Global survey 2022. [Citado 13 diciembre 2024]. Recuperado a partir de: https://www.isaps.org/discover/about-isaps/global-statistics/.
  3. Vicente-Ruiz M, Hontanilla B. A Novel Method for Identifying Patients with High Risk of Litigation in Plastic Surgery: Introducing the FATIMA Acronym. Aesthetic Plastic Surgery. 2024; Disponible en: https://doi.org/10.1007/s00266- 024-04476-2
Autor para la correspondencia
Bernardo Hontanilla
Clínica Universidad de Navarra
Avenida de Pío XII, 36 · 31008 Pamplona, Navarra (España)
Tlf.: +34 948 255 400 | E-Mail: bhontanill@unav.es
Anales RANM
Año 2025 · número 142 (02) · páginas 137 a 139
Enviado: 17.12.24
Revisado: 09.01.25
Aceptado: 21.01.25