DIETA, SUEÑO Y RIESGO CARDIOMETABÓLICO: DEL CÍRCULO VICIOSO AL CÍRCULO VIRTUOSO
Jara Pérez-Jiménez1,2
1. Departamento de Metabolismo y Nutrición, Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN-CSIC), Madrid
2. CIBER de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM), ISCIII, Madrid
El sueño es un proceso fisiológico esencial del organismo implicado en numerosos procesos metabólicos y enmarcado en el sistema circadiano, mediante el que se regulan múltiples señales fisiológicas en ciclos de 24 horas. Existe una evidencia científica consolidada sobre los efectos que tiene un sueño de baja calidad (con criterios establecidos mediante una combinación de medidas objetivas y subjetivas, como son el tiempo de latencia, la eficiencia, la duración total, la duración de los despertares nocturnos, la regularidad, o la sensación de descanso y alerta diurna, entre otros) en el aumento del riesgo de patologías cardiometabólicas, tales como la obesidad, el infarto agudo de miocardio, o la diabetes tipo 2.
Los ritmos circadianos están regulados en el organismo por la combinación de un reloj central y relojes periféricos. El reloj central está situado en el cerebro, es activado por la luz, y regula la secreción de melatonina como principal hormona implicada en el sueño. Mientras que los relojes periféricos se sitúan en múltiples órganos y tejidos (páncreas, riñones, corazón, tejido adiposo) y se activan por la ingesta de alimentos. Una situación de desincronización entre ambos tipos de relojes genera la denominada alineación circadiana, que asegura una adecuada homeostasis metabólica en los múltiples procesos regulados por los ritmos circadianos, mientras que una descincronización da lugar a la desalineación circadiana, aumentando, entre otros, el riesgo de insulinorresistencia, hipertensión u obesidad.
La dieta interveiene en la regulación del sueño mediante la activiaicón de los relojes secundarios y prorpricaiondo triptógano, que es el repcuross d ela emtaltonina. Además, la falta de sueño da lugar no solo a un aumento de la sensación de hambre (“factor hormonal”), sino que genera alteraciones en los circuitos cerebrales de recompensa, generando una mayor apetencia por comidas hiperpalatables (“factor neurológico”). A su vez, el consumo de este tipo de alimentos contribuye a alterar los ritmos circadianos de múltiples procesos fisiológicos, generando una retroalimentación negativa entre sueño y dieta de mala calidad. En sentido opuesto, investigaciones recientes han mostrado mediante estudios observacionales que perfiles de dietas saludables, incluyendo la dieta mediterránea, proporcionan el conjunto de componentes alimenticios necesarios para completar la transformación de triptófano a melatonina, contribuyendo a un sueño de calidad. De manera que este sería un mecanismo adicional por el que la dieta contribuiría a la salud cardiometabólica. Cabe destacar que entre esos componentes dietéticos se incluyen los necesarios para lograr un estado de eubiosis en la microbiota colónica, ya que estudios recientes muestran su relevancia para transformar triptófano a serotonina directamente en el colon, así como para expresar receptores intestinales de serotonina, que permitiría una acción en la regulación del sueño a través del eje intestino-cerebro.
Existe por tanto una evidencia consolidada sobre las relaciones adversas entre dieta y sueño, mientras que se está avanzando en la elucidación del papel beneficioso de la dieta mediterránea u otros patrones dietéticos saludables en esta relación. En este contexto, ciertos compuestos minoritarios, como son los polifenoles, podrían jugar un papel relevante mediante diversos mecanismos de acción actualmente en investigación.
Agradecimientos:
Ministerio de Universidades (ayudas para movilidad de investigadores senior)/ Comisión Fulbright
ESTUDIO DEL EFECTO DE UN ALIMENTO FUNCIONAL A BASE DE CACAO Y ALGARROBA EN LA SALUD INTESTINAL EN UN MODELO ANIMAL DE DIABETES TIPO 2
Esther García-Díez1, María Elvira López-Oliva2,3, Jara Pérez-Jiménez1,4, Sonia Ramos1,4, María Ángeles Martín1,4
1. Departamento de Metabolismo y Nutrición, Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN-CSIC), Madrid.
2. Departamento de Fisiología. Facultad de Farmacia, Universidad Complutense de Madrid, Madrid.
3. AFUSAN. Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico San Carlos (IdISSC), Madrid.
4. CIBER de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM), ISCIII, Madrid.
La diabetes tipo 2 (DT2) es una de las enfermedades metabólicas con mayor prevalencia mundial. Su patogénesis cursa principalmente con un aumento del estrés oxidativo e inflamación crónica de bajo grado lo que puede llegar a alterar la integridad intestinal. Los polifenoles son un grupo de compuestos de origen vegetal con demostrados beneficios en salud por su carácter antioxidante y antiinflamatorio. Por ello, es importante estudiar nuevas estrategias que incluyan estos compuestos para abordar la DT2 mediante el mantenimiento de una salud intestinal óptima. Tanto el cacao como la algarroba son alimentos con alto contenido en polifenoles y fibra con potencial para modular las complicaciones intestinales de la DT2. En este sentido, hemos desarrollado una mezcla de cacao y harina de algarroba en una proporción 60:40 que ha sido aprobada sensorialmente mediante un análisis hedónico. Además, la suplementación crónica de este alimento funcional (10%) ya ha demostrado su potencial terapéutico contra la miocardiopatía diabética en un modelo animal de DT2. Por ello, el objetivo de este estudio es investigar si esta suplementación a base de cacao y harina de algarroba (10%) muestra un efecto positivo en la salud intestinal de ratas diabéticas.
Se emplearon 2 grupos de ratas ZDF (del inglés Zucker diabetic fatty) que siguieron o bien una dieta estándar o bien una dieta rica en la mezcla de cacao y harina de algarroba (10%). Además, también se contempló el respectivo control sano ZL (del inglés Zucker lean) que fue alimentado con la dieta estándar. El estudio duró 12 semanas, durante las cuales se monitorizó el peso y la glucemia, y una semana antes de los sacrificios se realizó un test de tolerancia oral a la glucosa.
Los animales fueron sacrificados a la semana 24 de vida y se recogió la parte distal del colon para su posterior análisis histológico y la evaluación del estrés oxidativo e inflamación; además de muestras sanguíneas para las pruebas bioquímicas.
La dieta rica en cacao y harina de algarroba mejoró la homeostasis glucídica en las ratas diabéticas. La densidad y la profundidad de las criptas del epitelio intestinal – al igual que la cantidad de mucina y de colágeno – alcanzaron los niveles del control sano. La renovación del epitelio medido por la proliferación celular y la apoptosis fue significativamente mayor en el grupo que recibió la dieta suplementada. La integridad de la barrera colónica medida mediante las proteínas occludens-1 y ocludina también mejoró. La expresión de SIRT1 (del inglés sirtuin-1) y de Nrf2 (del inglés nuclear factor E2-related factor 2, respectivamente) mejoró significativamente y, consecuentemente, también lo hicieron los parámetros relacionados con el estrés oxidativo –como las especies reactivas de oxígeno– y con la inflamación –como TNF-α e IL-6–. Nuestros resultados demuestran que la suplementación con cacao y harina de algarroba mejora la salud intestinal al igual que el estado redox e inflamatorio subyacente en la DT2. Por lo tanto, este alimento funcional puede presentarse como potencial coadyuvante en la DT2 por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Agradecimientos:
RTI2018-095059-B-I00 financiado por MCIN/AEI/10.13039/501100011033/ y por FEDER “Una manera de hacer Europa”. Consejería de Educación, Juventud y Deporte de la Comunidad de Madrid y Fondo Social Europeo (PEJ-2020-AI/BIO-18529).
EFECTOS EN LA SACIEDAD POSTPRANDIAL EN SUJETOS CON DIABETES TIPO 2 TRAS LA SUPLEMENTACIÓN CON UNA MEZCLA DE CACAO Y ALGARROBA RICA EN POLIFENOLES Y FIBRA
Marisol Villalva-Abarca1,2, Esther García-Díez2, José Ignacio Vicente-Díez4, Sara García-Cabrera4, María Ángeles Martín2,3, Sonia Ramos2,3, Jara Pérez-Jiménez2,3
1. Departamento de Química Física Aplicada, Facultad de Ciencias, Universidad Autónoma de Madrid (UAM), Madrid
2. Departamento de Metabolismo y Nutrición, Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN-CSIC), Madrid
3. CIBER de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM), ISCIII, Madrid,
4. Centro de Salud Monóvar, Gerencia Asistencial de Atención Primaria, Servicio Madrileño de Salud, Madrid.
La obesidad es la comorbilidad más frecuente en la diabetes tipo 2 (DT2) generando la situación conocida como “diabesidad”, donde se retroalimentan las características de estas dos patologías. Dada la alteración en la percepción de la saciedad en la obesidad, debido entre otros factores a la desregulación de adipoquinas, resulta relevante encontrar estrategias que puedan revertirla. Por ello, el empleo de estrategias nutricionales puede retrasar la incorporación de nuevos medicamentos en el abordaje de la diabesidad. La fibra y los polifenoles han mostrado efectos beneficiosos en la regulación de la saciedad por mecanismos complementarios, como son, respectivamente, el retraso del vaciamiento gástrico y la modulación de la expresión y niveles de diversas hormonas relacionadas con la saciedad.
De esta manera, se diseñó un alimento soluble mezcla de cacao puro (60%) y harina de algarroba (40%), rico en polifenoles (16,7 ± 0,6 g/100 g, siendo el 70% flavanoles) y fibra dietética (55,7 + 0,9 g/100 g). La influencia del consumo de este producto en la percepción de la saciedad fue evaluada en un estudio clínico nutricional aleatorizado y cruzado en sujetos con DT2, con sobrepeso/obesidad y medicados con metformina (n=20). La intervención consistió en tres tratamientos separados por dos semanas: A) desayuno hipercalórico acompañado de la mezcla (10g), B) desayuno hipercalórico habiéndola consumido la noche antes y C) desayuno hipercalórico (control). En cada intervención se emplearon test validados (0-60-120-180-270 min.) para la determinación de la saciedad con preguntas referidas al deseo de comer en general, comer dulce o salado, sensación de hambre o plenitud, y cantidad que se ingeriría. Las preguntas fueron puntuadas de 0 a 10 y se calculó el área bajo la curva en todos los intervalos. Los valores se evaluaron para el grupo completo y clasificando a los individuos en función de su índice de masa corporal (IMC): IMC ≥ 30, sobrepeso, n=8; IMC ≤ 30, obesidad, n=12.
Las intervenciones A y B redujeron significativamente (p < 0,05) la sensación de hambre en el grupo completo, en comparación con la intervención control en el intervalo de 0-120 min. Así mismo, la intervención B redujo significativamente (p < 0,05) en el deseo de comer en el grupo completo en el intervalo de 0-60 minutos. El consumo del producto la noche anterior (intervención B) también causó un descenso significativo (p < 0,05) en el deseo de comer algo salado a tiempo 0 en los sujetos con obesidad. Y para el grupo con sobrepeso se encontraron diferencias significativas en su deseo de comer, en el intervalo 0-60 min, con el tratamiento B. Para las demás variables no se encontraron diferencias significativas.
Por tanto, el consumo de 10 g de la mezcla de cacao y algarroba por sujetos con DT2 con sobrepeso/obesidad puede regular la sensación de saciedad al ser consumido horas antes o junto con una comida hipercalórica. Esto puede atribuirse a una combinación de mecanismos de acción de la fibra y los polifenoles, tanto intactos como a través de sus metabolitos derivados, que deberán ser elucidados en estudios posteriores.
Agradecimientos: Este trabajo ha sido financiado por el RTI2018-095059-B-I00 financiado por MCIN/AEI/10.13039/501100011033/ y por FEDER “Una manera de hacer Europa”. M. Villalva-Abarca tiene un Contrato postdoctoral “Margarita Salas” (M.V.-A., financiado por: Ministerio de Universidades/UAM, (CA1/RSUE/2021-00588). E. García-Díez tiene un contrato de la Comunidad de Madrid (E.G.-D., PEJ-2020-AI/BIO-18529).