Año 2018 · número 135 (01)

Fecha de lectura: 22.02.18

Discurso impartido en la solemne sesión de entrega de medalla de honor

Keynote speech delivered in the solemn honor medal awarding session

DOI: 10.32440/ar.2018.135.01.dle05

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Excelentísimo Señor Presidente de la Real Academia
Nacional de Medicina de España
Señoras y señores académicos de Número y correspondientes
Queridos amigos
Señoras y Señores


Al recibir la Medalla de Honor que esta Institución me entrega como Presidente del Patronato de la Fundación Ramón Areces, podría repetir el comienzo del discurso del escritor mexicano Carlos Fuentes en la entrega del Premio Príncipe de Asturias de las Letras de 1994: “Si diera rienda suelta a mis sentimientos, todas mis palabras serían un interminable párrafo de gracias”.

Mis sentimientos y los de todos los Patronos y colaboradores de la Fundación son también de inmensa gratitud. Nos sentimos muy honrados por el reconocimiento que nos hacen, muy queridos por el testimonio de afecto que esta Medalla contiene y muy estimulados en nuestra labor de apoyo a la investigación, promoción y difusión de las Ciencias de la Vida.

Gracias también a ti, querido Federico, testigo y protagonista de toda la historia de la Fundación, cuanto acabas de decir. Recibo tu laudatio con aquellos versos de Antonio Machado que decían:

”A las palabras de amor les sienta bien un poquito … de exageración”.

Pretendo que no haya ninguna exageración en lo que voy a decir a continuación.

Proclamación inicial: la Fundación Ramón Areces se encuentra muy identificada con esta Real Academia.

Si ustedes velan por el progreso de la Medicina en España, nuestra Fundación ha dedicado y dedica importantes recursos a fomentar la investigación científica. Y para nosotros la primera ciencia a proteger, la primera ciencia a impulsar, la primera ciencia a divulgar es aquella que busca la salud de las personas; es decir, y lo escribo con mayúsculas, LA CIENCIA MÉDICA.

Si la inquietud de cada uno de ustedes y la inquietud institucional de esta Real Academia se centra en la búsqueda de la salud, me complace subrayar que una de las grandes aspiraciones de nuestra Fundación es paliar el sufrimiento humano.

Si esta Real Academia elabora un diccionario de términos médicos, puedo asegurar que ninguno es ajeno a los trabajos desarrollados por la Fundación en sus 41 años de existencia.

Nos une, señoras y señores académicos, una de las tareas más atractivas que puede desarrollar una persona una institución: trabajar por el bienestar de la Humanidad.

Nosotros lo hacemos porque esos son los fines de nuestra Fundación y ese es el mandato que recibimos. Bajo el impulso de D. Ramón Areces y D. Isidoro Álvarez, la Fundación ha querido ser una aportación filantrópica de iniciativa privada a la investigación, para aportar soluciones a problemas específicos, y a los relacionados con la salud en lugar muy destacado.

Se buscó la excelencia desde el principio, con el nombramiento del Profesor Severo Ochoa, nuestro Premio Nobel de Medicina, como Presidente del Consejo Científico, en una tarea que continúa brillantemente el Profesor Federico Mayor Zaragoza.

Y se quiso hacerlo con espíritu innovador, que condujo a la Fundación a ser pionera en estudios e investigaciones entonces tan novedosas como las enfermedades minoritarias, ahora denominadas “enfermedades raras”.

La idea que D. Ramón Areces transmitió a la Fundación tenía esta base: las enfermedades minoritarias no interesan a la investigación ni a la industria farmacéutica porque las sufren pocas personas; son un pequeño porcentaje; sin embargo, “para quien las padece y para sus familias son el cien por cien”.

“La salud no es una estadística”, decía D. Ramón cuando le hablaban del número de enfermos, y en esa filosofía continuó D. Isidoro Álvarez y seguimos quienes tenemos la responsabilidad y el honor de continuar su tarea. En el periodo comprendido entre 2007 y 2016 hemos dedicado 8 millones y medio de euros a proyectos de investigación de enfermedades raras.

No pretendo abrumarles con una exhaustiva relación de nuestros trabajos en relación con la Medicina y la Salud, pero permítanme una somera enumeración de su variedad en cuatro campos fundamentales: la investigación científica, la creación de talento, la colaboración con instituciones que velan por la salud, y la divulgación.

En el ámbito de la investigación, la Fundación promovió Concursos Nacionales de Ayudas a la Investigación Científica y Técnica. Las primeras ayudas se destinaron a la prevención de la deficiencia mental y al estudio de las causas y detección precoz de las minusvalías psíquicas, con el ambicioso objetivo de reducirlas significativamente. De este modo se contribuyó a la elaboración del entonces denominado Plan de Prevención de la Subnornmalidad.

Sucesivamente se promovieron estudios de gran solvencia sobre las más diversas materias: el envejecimiento y sus aspectos médicos, las enfermedades cardiovasculares y los factores de riesgo, la bioquímica perinatal, las nuevas vacunas, la genética molecular, las tecnologías microbianas, las neurociencias, la oncología en todos sus aspectos, la neuropatología, particularmente el Alzheimer y el Parkinson, las enfermedades emergentes, el SIDA, los nuevos horizontes de la psiquiatría, el diagnóstico molecular, el epigenoma, la comunicación intercelular como arma terapéutica, los mecanismos moleculares de la memoria, la patología del sueño, los mecanismos celulares y moleculares de la aterosclerosis, la genética, la genómica funcional y farmacogénica, la hematología y el trasplante …

En el campo de la formación, buscamos la creación de capital humano, con dedicación de importantes recursos a la promoción de nuevos talentos. Con ese fin convocamos anualmente Becas para jóvenes que quieran realizar tesis, o investigar en materias como Biología celular y molecular, Biotecnología, Inmunología, Genética o Microbiología. Gracias a la Fundación, varios centenares de jóvenes valores han completado sus estudios en las más importantes universidades y centros de investigación del mundo y hoy aportan sus conocimientos como grandes profesionales a empresas privadas e instituciones públicas de nuestro país.

En cuanto a la colaboración con otras instituciones apoyamos programas innovadores de utilidad pública y por eso participamos en la financiación de proyectos como el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares que dirige el Profesor Valentín Fuster; la investigación contra la malaria dirigida por el doctor Pedro Alonso, o la Fundación Pascual Maragall, de fomento y apoyo a la investigación del Alzheimer y las enfermedades neurodegenerativas relacionadas.

Y pretendemos que tantos trabajos, tantos estudios y, sobre todo, tantos avances de la ciencia médica lleguen al conocimiento de la sociedad.

Aspiramos así a poner a disposición del público el constante desarrollo de la investigación en cualquier lugar del mundo: los avances en tratamientos, nuevas tecnologías, terapias de vanguardia, nuevos fármacos, la nueva era genómica, las nuevas dianas terapéuticas, las nuevas fronteras en ecología microbiana o los trasplantes y su impacto social.

Como ejemplos de esa actividad, recogida en la Memoria Anual de 2016, citamos los siguientes trabajos de la Fundación relacionados con la salud llevados a cabo ese año:

  • 73 proyectos de investigación.
  • Publicación de monografías.
  • Numerosas conferencias, lecciones magistrales, jornadas de estudio y simposios, con intervención de personalidades de primer nivel mundial.

Mirando al futuro, los campos de trabajo, difusión e investigación se amplían constantemente, de acuerdo con los nuevos problemas y las nuevas necesidades creadas por la vertiginosa transformación de la sociedad.

Y nos inquietan, como a ustedes, las nuevas patologías, la aparición de nuevas enfermedades y contagios, o viejas enfermedades que se recrudecen, enfermedades infecciosas emergentes, las nuevas pandemias del siglo XXI y, en general, las que podríamos considerar “enfermedades sociales de los nuevos tiempos”: la fisiopatología, la obesidad, la bulimia y la anorexia nerviosa o la señalización del estrés.

En definitiva, entendemos a la Fundación Ramón Areces como un foro vivo y permanentemente abierto donde todo lo que afecta a la salud encuentra una oportunidad de investigación, de estudio y de divulgación.

Señoras y señores Académicos:

Quienes hemos vivido los últimos decenios de la historia hemos asistido a auténticas revoluciones en el ámbito de la salud, la genética, el genoma humano y la biomedicina.

Al mismo tiempo, quienes hemos trabajado estrechamente con D. Ramón Areces y D. Isidoro Álvarez desde la creación de la Fundación, hemos conocido también sus inquietudes y hemos sabido de su afán por superar la enfermedad, como uno de los factores básicos, si no el principal del bienestar de la persona.

El presidente que les habla y que tiene el honor de recibir esta Medalla en nombre de la Fundación Ramón Areces, así como los miembros de su Patronato y de sus Consejos Científico y de Ciencias Sociales podemos asegurarles que seguiremos con la misma línea de pensamiento y la misma orientación de la Fundación. Y queremos hacerlo desde la profunda convicción de la utilidad social de nuestro esfuerzo y como una ambiciosa aportación al desarrollo de nuestro país.

En el centro de nuestras preocupaciones están y estuvieron siempre ustedes, los médicos: el médico del medio rural, aquel que hemos visto en los pueblos de España con todas las carencias, pero con una vocación y una entrega que sólo podemos calificar como ejemplares; el del centro médico y el del ambulatorio; el médico de familia¡ el gran especialista de renombre¡ el cirujano de manos de oro, o el investigador que trabaja en la soledad del laboratorio.

En su conjunto, profesionales admirables que nos han acostumbrado a contar cada día con su dedicación vocacional, callada y plena a restablecer nuestra salud, y que, sólo en pocos casos, alcanzan el reconocimiento o notoriedad pública.

Creo que se puede afirmar que no existe actividad científica o sencillamente humana que haya efectuado una mayor aportación al bienestar de la persona.

En un mundo de graves tensiones territoriales y de convivencia, en un mundo de nuevos conflictos y carencias; en un mundo donde son noticia habitual las guerras, las amenazas, el terrorismo, los campos de refugiados y los dramas de las migraciones, la gran esperanza de la Humanidad es la Medicina.

Gracias a la Medicina, la esperanza de vida hace un siglo no superaba los 65 años de edad y hoy en España alcanza los 83 años en el varón y los 85 en la mujer.

Gracias a la Medicina, se redujo la mortalidad infantil, se alcanzó la seguridad en los partos, se consiguió la supervivencia en los accidentes y han desparecido múltiples enfermedades.

Gracias a la Medicina se ha creado una nueva cultura, la cultura de la prevención, que tantas vidas está salvando.

En torno al saber médico se ha desarrollado una asombrosa tecnología puntera que convierte a la ciencia médica en gran avanzada del progreso del ser humano.

Y todo eso, señor Presidente, señoras y señores académicos, tiene su reflejo en esta Institución. Muchos de ustedes son protagonistas de estos avances y los siguen alentando.

Comprenderán que el mero hecho de constatarlo hace incrementar nuestra satisfacción por la Medalla de Honor que hoy nos entregan. Me gustaría que el acto de recibirla sea una nueva oportunidad de estrechar nuestros vínculos y proseguir la colaboración que hasta ahora han mantenido esta Real Academia y nuestra Fundación.

Sepan que cada una de sus inquietudes es nuestra; que consideramos a la Medicina y a la lucha contra la enfermedad como una parte sustancial de nuestro objetivo fundacional de promover la investigación científica y el talento. Para eso ha sido creada la Fundación Ramón Areces. Y seguimos trabajando en ella

Muchas gracias.


Si desea ver la conferencia “Discurso impartido en la solemne sesión de entrega de medalla de honor” pronunciada por su autor puede hacerlo a través de ranm tv en el siguiente enlace ranm tv
Autor para la correspondencia
Florencio Lasaga Munárriz
Real Academia Nacional de Medicina de España
C/ Arrieta, 12 · 28013 Madrid
Tlf.: +34 91 159 47 34 | Email de correspondencia
Anales RANM
Año 2018 · número 135 (01) · páginas 103 a 105
Fecha de lectura: 22.02.18